EL TEATRO DE LA GUERRA CONTRA EL NARCOTRÁFICO

Sigue la mata dando.

No vi noticias, tampoco quise leer diarios el día de hoy, pero no fue necesario. Ya imagino cual fue el tema del día: la visita de Barak Obama a México, los "compromisos" adquiridos entre el mandatario estadounidense y Felipe Calderón para "combatir" al narcotráfico y al crimen organizado, además de loas, fanfarrias y aplausos de parte de los comunicadores pagados por el sistema (ya me imagino el apunte que habrá seguido López Dóriga en su noticiero nocturno).

El atole con el dedo. Las cosas vistas por encimita. El fantástico mundo de la percepción.

El gobierno de Estados Unidos es punto y aparte para mí. A mí me interesa lo que sucede aquí en México y también el cómo sucede. Aleccionada ya estoy de cómo se las gasta el pseudo-gobierno entre mentiras, farsas y simulaciones y no creo que esto del combate al narcotráfico y al crimen organizado sea la excepción a la regla.

Me llama bastante la atención como Felipe Calderón se ha curado en salud (no puedo llamarlo de otra manera) echándole la bolita a Estados Unidos al pretender que este país asuma su responsabilidad con aquello de que las armas con las que cuentan los narcotraficantes sean, en su mayoría, venidas del país vecino del norte. Pero bueno... eso dice Calderón. También dice que 'haiga sido como haiga sido' él es "presidente" de la República y también suele afirmar que "vivimos mejor", así que, ¿por qué habría yo de creerle con lo que asegura respecto a las armas que utilizan los narcotraficantes? Antes bien, de esto me surgen dos cuestionamientos:

1) Es sabido que el narcotráfico está invadido de muchos ex-militares y que, a su vez, en todo tipo de fuerza pública de nuestro país está infiltrado el narcotráfico, basta mirar a Genaro García Luna, alto funcionario cercano a Felipe Calderón, para confirmarlo.
A sabiendas de esto, ¿por qué no pensar que las armas de alto calibre que utilizan los narcotraficantes sean surtidas en buena medida por parte de esos ex-miembros de nuestras fuerzas armadas, si resulta que en el Ejército se utiliza armamento similar?
Por supuesto, esta posibilidad nunca será mencionada por el pseudo-gobierno que nos mal-administra.

2) En caso de que fuera verdad que más del 90% de ese armamento utilizado por el narco sea venido de Estados Unidos, ¿entonces para qué jijos están los controles aduaneros en nuestras zonas fronterizas?, ¿por qué se ha permitido tanto?, ¿por qué no ha habido más control al respecto? Si en poblaciones en donde la inseguridad se ha salido de control se ha terminado por imponer retenes militares, ¿por qué no hacer lo mismo, por ejemplo, en las zonas fronterizas para ejercer un mayor control del tráfico de armas?

En el libro Fin de Fiesta en Los Pinos, obra de concienzuda investigación que llevó a cabo la periodista Anabel Hernández de toda la serie de tropelías que se sucedieron durante el sexenio foxista, ella le dedica todo un episodio a Martha Sahagún y su fundación "altruista" 'Vamos México' (cap. VIII 'Venta de garaje en Los Pinos'). En éste, se despepita a fondo como la dama se aprovechó de lo lindo de su influencia como consorte y amante de Vicente Fox siendo presidente de México y como precisamente, en muchas aduanas, pudo hacer su agosto con mercancía que sumaba millones de pesos so pretexto de tan loable obra de caridad. Incluso el contenido de tantísimas cajas de mercancía se transportaba desde aduanas hasta la Cd. de México en trailers que eran propiedad de la misma Secretaría de la Defensa Nacional. Más claro el tráfico de influencias no puede quedar entendido.

Así que, si una mujer pudo hacer de las suyas gracias a ese tráfico de inflencias, ¿por qué el narcotráfico no podría hacer lo mismo, si es un secreto a voces que el narco está infiltrado incluso hasta en las más altas esferas de la política y del gobierno?
A sabiendas de que todas las instituciones están copadas por oportunistas, ambiciosos, delincuentes de cuello blanco y hasta narcotraficantes y que lo que predican no es precisamente lo que actúan, las aduanas no creo que salgan bien libradas, así que en lugar de estar echándole la culpa a medio mundo de sus errores (algo parecido a 'la crisis nos vino de afuera, nosotros no tenemos la culpa de absolutamente nada'), el pseudo-gobierno ya puede mejor empezar a tratar de arreglar los entuertos en donde nos tiene metidos. El que hasta en seguridad nacional estemos viviendo una profunda crisis no es producto, ni de ajenos, ni de la casualidad. Las casualidades no existen. Así que también hay que preguntarse, antes de que nos dejemos invadir del atolazo de que Estados Unidos es culpable de nuestros problemas (y aclaro: no niego que exista la posibilidad de que tenga parte, solo parte, de la responsabilidad), porqué la delincuencia y el narcotráfico se han desatado en los últimos años. Ocho, para ser más precisos, justo los ocho años que lleva el PAN llevando a México cada vez más al fondo.

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El colofón: Lo digo y lo reitero, el narcotráfico será una lucha inutil mientras desde el pseudo-gobierno no se asuma la responsabilidad y se combata primero que nada a los altos funcionarios que tienen ligas con éste. Mientras esto no se haga, la cacareada guerra frontal contra el crimen organizado ya está perdida de antemano.