Rostros jóvenes y adultos; rostros de campesinos y de estudiantes; rostros que tienen hambre, rostros que quieren justicia, rostros que buscan un mejor salario u oportunidades de empleo; rostros de hartazgo, pero a la vez que no pierden la esperanza de que podamos cambiar las cosas; rostros que terminan conglomerándose para tratar de hacerse escuchar porque no quedan opciones. La vía legal es una barrera infranqueable.
La lucha es muy fuerte, suele cansarnos y a veces nos desencanta. Mientras tanto, los medios siguen haciendo lo suyo: mediatizando. Hace unos minutos escuché a una comentarista de un noticiero nocturno hablando del SME mientras de fondo se escuchaba la voz de Martín Esparza dando su discurso del evento que hoy se llevó a cabo. 'Patadas de ahogado', se refirió a él y a los SMEítas (¡qué imparcial!), pero para ponerle más sabor al odio, también pasaron a un automovilista sumamente irritado por el cierre de las calles debido a la marcha de la tarde de hoy, expresando que a todos esos... o más bien a todos nosotros, de plano nos tenían que echar una granada.
Si algo me llamó la atención la tarde de hoy es que vi muchas agrupaciones campesinas y de bastantes estados de la República. Desde que llegué a las inmediaciones del Angel de la Independencia, vi a muchos hermanos del campo. No sé... pensando en ese automovilista fúrico, imagino que quizá, gustoso, hubiera arrojado una granada a compatriotas como estos:
¡Qué humanitaria es la televisión!, pues comentarios tan dolosos (que no desafortunados) como el de la comentarista, así como el transmitir expresiones de automovilistas como el ejemplificado, son una manera de criminalizar la protesta social, justificar la violencia y los actos represivos y seguir manteniéndonos polarizados. Todo ello es percepción que se genera en la mente de un televidente acrítico.
Pero sea. Todo, hasta el poder más aparentemente omnipresente, se acaba en su justo momento y poco a poco más ciudadanos se van sumando y van tomando conciencia, quizá no tan rápido como quisiéramos, pero las circunstancias y los hechos se van conjugando uno detrás de otro. No hay plazo que no se cumpla.
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Las imágenes de la tarde de hoy:
El punto central de reunión sería el Angel de la Independencia, pero sea dicho con verdad, el lugar fue rebasado por las diversas agrupaciones que ya se congregaban en la Glorieta de la Palma y hasta más allá...
Y hablando de rostros, ¡hay tantos que ya me son tan familiares!...
He aquí las "patadas de ahogado" de diversos sectores...
Hubo conglomerados tan grandes que simplemente abarcaron todo el panorama de mi cámara...
Y ya en el Zócalo, a lo lejos, un templete con ilustraciones que dicen mucho del acercamiento de las luchas: he ahí el puño del SME al lado de lo que indica ser la búsqueda de nuestra soberanía alimentaria y por ahí asoma una manta en color verde: los telefonistas presentes y solidarios...
* El colofón: Más allá de mexicanos agresivos que todavía no entienden el verdadero porqué de salir a las calles a protestar, también suelo encontrar a otros más mesurados, no porque vean con buenos ojos este tipo de manifestaciones, sino porque dicen que si bien es cierto que hay motivos para reclamar, debe haber otras opciones. Pues bien: que nos digan cuáles son esas otras opciones.
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