Los promotores de la anulación del voto, que es equivalente a no votar, argumentan que este movimiento es para que los políticos sepan que los ciudadanos ya no aceptan las reglas del juego que la partidocracia ha implementado. Es un hasta aquí a la manera de designar a los candidatos. Es un reclamo al frutero para que venda fruta fresca. Etcétera.
Desafortunadamente, para ellos, a la clase política que puso las reglas del juego (mediante la ley del Cofipe, aprobada por el PRI, PAN y PRD-CHUCHO), que definió la manera de elegir a los candidatos (violando el artículo 39 Constitucional), que vende fruta podrida (empleados de Salinas, Fox, Diego Fernández, Beltrones, Elba Esther, Jesús Ortega, CCE, etc.), lo que menos le importa es lo que piense la gente. Ellos bien saben que los ciudadanos se visten de hartazgo, dignidad y civilidad, sólo en las elecciones. Después se les olvida lo que hicieron sus representantes populares, incluso olvidan la cadena de actos de corrupción, cinismo, hipocresía, tráfico de influencias e impunidad, con la que gobernaron. La piara política sabe que con una dosis de televisión, pandemias y cortinas de humo, la gente seguirá igual de manipulada como ahora.
La única opción que ahora tenemos, para cambiar el régimen político, es la de sufragar en las elecciones venideras. El país está en grave riesgo, gracias a la desmemoria y olvido de los que ahora se sienten indignados, porque la clase política (paria política prianichuchista) sabe que está es la última oportunidad que tienen para terminar de entregar México a los intereses extranjeros y nacionales que los mantienen en el poder. Si a lo anterior le sumamos la abstención y/o anulación del voto, entonces se saldrán con la suya y ya después de nada valdrá quejarse o realizar movilizaciones ciudadanas para detener la debacle del país.
¿Dónde estaban esos ciudadanos indignados, con la clase política, cuando exigimos el voto por voto, casilla por casilla? ¿Dónde estaban cuando exigimos libertad para los presos políticos de Atenco? ¿Dónde estaban cuando nos opusimos a la privatización del petróleo? Etcétera, etcétera.
¿Por qué no entienden que anulando el voto a los únicos que benefician es a los que dicen detestar? Si, aunque no lo crean, así es.
Los partidos del PRI, PAN, PANAL, VERDE, PSD y PRD-CHUCHO, tienen los medios para comprar conciencias con despensas, material de construcción, dinero en efectivo, etcétera. Sólo requieren que la mayoría de la gente caiga en la trampa de la anulación del voto para que ellos salgan triunfadores nuevamente. Con un sólo voto ganan. Es más, hasta les ahorran el trabajo sucio al IFE y al TRIFE de anular la voluntad popular, mediante el fraude, como lo hicieron en el 2006.
Pero saben qué, ahora el pueblo está organizado en el movimiento nacional en defensa de la economía popular, el petróleo y la soberanía. Si buscan una alternativa, ésta es la alternativa.
Desafortunadamente, para ellos, a la clase política que puso las reglas del juego (mediante la ley del Cofipe, aprobada por el PRI, PAN y PRD-CHUCHO), que definió la manera de elegir a los candidatos (violando el artículo 39 Constitucional), que vende fruta podrida (empleados de Salinas, Fox, Diego Fernández, Beltrones, Elba Esther, Jesús Ortega, CCE, etc.), lo que menos le importa es lo que piense la gente. Ellos bien saben que los ciudadanos se visten de hartazgo, dignidad y civilidad, sólo en las elecciones. Después se les olvida lo que hicieron sus representantes populares, incluso olvidan la cadena de actos de corrupción, cinismo, hipocresía, tráfico de influencias e impunidad, con la que gobernaron. La piara política sabe que con una dosis de televisión, pandemias y cortinas de humo, la gente seguirá igual de manipulada como ahora.
La única opción que ahora tenemos, para cambiar el régimen político, es la de sufragar en las elecciones venideras. El país está en grave riesgo, gracias a la desmemoria y olvido de los que ahora se sienten indignados, porque la clase política (paria política prianichuchista) sabe que está es la última oportunidad que tienen para terminar de entregar México a los intereses extranjeros y nacionales que los mantienen en el poder. Si a lo anterior le sumamos la abstención y/o anulación del voto, entonces se saldrán con la suya y ya después de nada valdrá quejarse o realizar movilizaciones ciudadanas para detener la debacle del país.
¿Dónde estaban esos ciudadanos indignados, con la clase política, cuando exigimos el voto por voto, casilla por casilla? ¿Dónde estaban cuando exigimos libertad para los presos políticos de Atenco? ¿Dónde estaban cuando nos opusimos a la privatización del petróleo? Etcétera, etcétera.
¿Por qué no entienden que anulando el voto a los únicos que benefician es a los que dicen detestar? Si, aunque no lo crean, así es.
Los partidos del PRI, PAN, PANAL, VERDE, PSD y PRD-CHUCHO, tienen los medios para comprar conciencias con despensas, material de construcción, dinero en efectivo, etcétera. Sólo requieren que la mayoría de la gente caiga en la trampa de la anulación del voto para que ellos salgan triunfadores nuevamente. Con un sólo voto ganan. Es más, hasta les ahorran el trabajo sucio al IFE y al TRIFE de anular la voluntad popular, mediante el fraude, como lo hicieron en el 2006.
Pero saben qué, ahora el pueblo está organizado en el movimiento nacional en defensa de la economía popular, el petróleo y la soberanía. Si buscan una alternativa, ésta es la alternativa.
Únanse al movimiento que encabeza el presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, el cual es un movimiento del pueblo organizado, libre y conciente, que ya no acepta lo que le dictan los oligarcas del régimen ni que se traga ya las mentiras vertidas en sus taravisoras y sus menticiarios que, junto con sus “líderes de opinión”, tienen sumido al pueblo en una absoluta ignorancia.
¡Despierta mexicano! Ya no seas tan guadalupano y no te hagas que la virgen te habla.
Participa, infórmate, lucha, piensa, canta, ríe, baila, pero por el amor a tus hijos, ya no caigas en trampas chingao.
POR SALUD MENTAL, APAGA LA TELEVISIÓN.
NI UN VOTO AL PRI, PAN, PANAL, VERDE, PSD o PRD-CHUCHO.
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